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lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Podemos confiar en la biblia? Claro que SI!!!

USTED PUEDE CONFIAR EN LA BIBLIA



Tomado del sitio : Volviendo a la biblia.

Autoriza Dios el uso de instrumentos musicales para la adoración?



Tomado del sitio www.estudiosmaranatha.com

¿Autoriza Dios el uso de instrumentos musicales en la adoración en el Nuevo Testamento?
"En Israel la alabanza se realizaba por medio de instrumentos musicales. En la iglesia la adoración debe ser en espíritu y en verdad, con el corazón".


Para obtener un beneficio espiritual en este tema, y en general en todo lo relacionado con la búsqueda sincera de la verdadera voluntad de Dios, necesitamos desprendernos de prejuicios humanos, tradiciones, gustos y preferencias personales para dejar que Dios libremente nos hable a través de Su Palabra, quien es la única autoridad para definir lo que a Él le agrada.




Si queremos sinceramente conocer la voluntad del Señor, debemos necesariamente buscarla en la Biblia, que es donde Dios la ha revelado al hombre. Puede que a Ud. no le agrade, pero eso no hará cambiar la posición de Dios.




La historia de la música es tan antigua, como la historia de la creación. En Ez.28:13 se relata la creación de la principal criatura angelical, quien como bien sabemos, llegó a ser después de su caída, Satanás, dice: "los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación".




Curiosamente también la primera mención que se hace de la música en la Biblia es en Gn.4:21, cuando después de pecar, Caín salió de la presencia de Dios, edificó una ciudad, y de su descendiente dice: "Jubal el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta".


El uso indiscriminado e irreverente de la música, siempre ha estado conectado con el pecado, incluyendo las actividades que se "dicen" hacer para el Señor. Por ejemplo, Ex.32:5 cuando el pueblo se corrompió e hizo un becerro de oro para adorarlo, el ungido del Señor decía: "mañana será fiesta para Jehová".


Lo que no me deja de llenar de asombro, es ver al máximo líder religioso del pueblo, hacer un becerro de oro para adorarlo, organizar una fiesta pagana, y decir al pueblo: "mañana será fiesta para Jehová". 


No tuvo ni la honestidad de decir que la fiesta era para el ídolo; lo que abundó fue la música, la danza, el griterío y la corrupción. Eso fue lo que encolerizó a Moisés cuando descendía del monte con las tablas de la ley, al escuchar la música y el griterío, las rompió.
Cómo se asemeja todo esto a las reuniones de muchas iglesias de nuestros días.




Mezclar lo santo con lo mundano, es lo que Dios repudia. Por este motivo el Señor dejó instrucciones muy precisas para el uso de la música en el templo que era la casa de Dios.




No podía ser cualquier música ni emplearse cualquier instrumento; aún las ocasiones en que Dios la permitía estaban señaladas con mucha precisión.




Dice en 1 Cr.23 que siendo David ya viejo, nombró rey a Salomón y juntó a los principales, a los sacerdotes y a los levitas, los organizó en la casa de Dios, nombrando entre otros con diferentes actividades, a cuatro mil para alabar a Jehová con los instrumentos específicos para tributar alabanzas , un coro de 288 personas como lo menciona en 1 Cr.25:7 "y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue 288".




No podían tocar cualquier instrumento que a ellos les agradara, debían ser solamente los cuatro que Dios señaló. 2 Cr.29:25-26 "Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios, y arpas, conforme al mandamiento de David, porque aquel mandamiento procedía de Jehová. 

Los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas".

El uso de estos instrumentos estaba restringido a ocasiones y momentos muy puntuales, para no restar el brillo de la solemnidad del acto central.






Prosiguiendo la lectura de la Palabra de Dios en 2Cr.29, luego de especificar los instrumentos que debían tocarse en la casa de Jehová, continúa en los versículos 27-29 indicando cuando debían hacer uso de ellos: 


"Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar, y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel. Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas, todo esto duró hasta consumirse el holocausto. Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron".




Esto nos demuestra que Dios no nos autoriza a hacer en Su casa, lo que a nosotros nos parezca mejor o a nosotros nos guste, ni aún con la música. La casa es de Dios y él dispone y ordena lo que le agrada.




Otra ocasión especial que se menciona en la Biblia, fue cuando David trajo el arca a Sión y celebró holocaustos y sacrificios de paz a Jehová. También dispuso un orden muy preciso en lo referente a la música y los instrumentos que debían emplearse y cuando hacerlo.


1Cr.16:4 "Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y confesasen y loasen a Jehová Dios de Israel: Asaf el primero, el segundo después de él, Zacarías,...Obededom y Jeiel con sus instrumentos de salterio y arpas, pero Asaf sonaba los címbalos. También los sacerdotes Benaía y Jahaziel sonaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios".




Por cierto hemos de entender que los israelitas cultivarían la música y diversos otros instrumentos que tocarían en sus casas o en el campo. Pero en la casa de Dios, solamente podían hacerlo con los instrumentos que Dios había mandado, en los momentos y ocasiones que también se les había indicado.




El culto en la casa de Dios no estaba supeditado al gusto particular de cada uno ni de las mayorías, ni de los levitas. La casa era de Dios, y solo él disponía lo que se podía hacer en ella.




Ahora cuando llegamos al Nuevo Testamento y escudriñamos cual fue la conducta de la iglesia con respecto a los instrumentos musicales, muchos se asombrarán (si es que leyeran su Biblia) al ver que no se menciona ninguno. 


Para encontrar su origen e incorporación en los servicios eclesiásticos, necesitamos recurrir a la historia de los hombres, la cual nos asegura que fueron incorporados por primera vez recién en el año 670, por el papa Vitaliano, y fue un órgano.

Los llamados por algunos como "padres de la iglesia", siempre fueron fuertes opositores a la incorporación de instrumentos musicales en la iglesia.




Agustín, tan venerado por muchos, decía: "No creo que los corazones puedan ser convertidos con instrumentos teatrales". Porque consideraba los instrumentos musicales, propios del teatro y no de la iglesia.




Hasta el siglo XIII aún seguían levantándose fuertes voces contra el uso de los instrumentos musicales. El famoso teólogo italiano, Tomás de Aquino, decía: "En nuestra iglesia no usamos instrumentos musicales, para no ser vistos como judaizantes".



Luego en la Reforma, las iglesias Calvinistas consideraban los instrumentos musicales, como "elementos papistas". Juan Calvino dijo: "los instrumentos musicales ocupan el mismo lugar que el incienso, o el candelabro, o cualquier otra sombra de lo que era la ley y demás ritos judíos".






Los primeros Presbiterianos los estimaban "una herejía".
Un prominente Metodista dijo: "Los instrumentos musicales en la iglesia, son contrarios a la voluntad de Dios". John Wesley, fundador de los Metodistas fue un enérgico opositor al uso de los instrumentos musicales en la iglesia.

Carlos Spurgeon se opuso tenazmente al uso de cualquier instrumento musical en la iglesia.




En consecuencia vemos que en todo el Nuevo Testamento, no se menciona ni una sola iglesia que empleara instrumentos musicales, y que estos se introdujeron en las iglesias recién en el año 670 por el papa Vitaliano, como lo confirma la historia. 


Por este motivo fueron siempre considerados "elementos papistas". Y antes de eso, como parte del judaísmo, al igual que los demás componentes del templo (sacrificios, incienso, coros, cantores, música, etc.).




En el judaísmo, el pueblo terrenal, como era un pueblo que no había recibido el Espíritu Santo, resulta lógico que se expresara de esa forma física, debido a que no podían hacerlo espiritualmente.
Todas esas manifestaciones emocionales fueron exteriorizadas físicamente, como fue el caso de los coros, cantores, instrumentos musicales, incluso las danzas, o mejor dicho "la danza" porque fue en UNA ocasión que David lo hizo en la calle. JAMÁS nadie la realizó en el templo, porque ese lugar era considerado solemne por la presencia de Dios. 


Todo eso se encuentra solamente en el Antiguo Testamento donde se relaciona con Israel y conectado con las actividades del templo, pero NUNCA en el Nuevo Testamento, porque eso jamás lo hizo la iglesia; debido a que ahora tenemos el Espíritu Santo y adoramos en espíritu y en verdad.




Aún la multitud que se menciona en Ap.7:9 que estaban vestidos con vestiduras blancas y "con palmas en las manos", corresponde a una visión terrenal y profética de los judíos que se salvarán en la Gran Tribulación (Ap.7:14). 


Y como se anuncia en el verso siguiente, están sirviendo día y noche en el templo (vr.15) " y le sirven día y noche en su templo". A los gentiles (los que no son judíos), Dios les prohibió aún acercase al templo.




La iglesia que fue arrebatada al cielo antes de la Gran Tribulación, estará en las moradas celestiales (no en la tierra) y allí no habrá ni noche ni día, ni tampoco templo. Ap.21:22-23 "Y no vi en ella templo...La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera".




Por lo tanto, toda expresión física y emocional es muy entendible en aquellos que carecen del Espíritu Santo, razón por la cual acostumbran gritar a grandes voces pidiendo que descienda el Espíritu sobre ellos; lógicamente eso es un reconocimiento que no poseen el Espíritu Santo, nadie pide lo que ya tiene.




También resulta comprensible que en esos lugares necesiten recurrir con tanta vehemencia y fogosidad no solamente a la música, la cual ocupa la mayor parte de sus actividades, sino que también a los aplausos, gritos, saltos y danzas que son amenizadas al ritmo de las cumbias, salsas, rock, rap y otros bailes del mundo que ellos llaman "cristianos". 


Todo lo cual desencadena un estado de histeria tal, que solo se puede encontrar en las actividades donde se desarrolla una orgía emocional incontrolada, porque todos los sentidos quedan supeditados a la presión del medio ambiente, como se aprecia también en los partidos de football, conciertos "Rock", sesiones de hechicería como en el vudú, etc. 


Allí también se producen con mucha frecuencia los desmayos y ataques de histeria, claro que los Pentecostales y carismáticos en general las llaman: "bautismo del Espíritu Santo". Pero ninguna persona sensata puede confundir esas experiencias que vemos en esos eventos; con una presencia verdadera del Espíritu Santo.




Dice el Señor en Jn.4:23 "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu, y los que le adoren, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".




Podemos legítimamente elevar cánticos espirituales a Dios en la iglesia, pero el Señor ha sido muy preciso para señalar su voluntad al respecto, cuáles deben ser las prioridades que hemos de mostrar en Su casa, y como él es el dueño, él ordena y nosotros deberíamos someternos. 


Col.3:16 "La palabra de Dios more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales".




Vemos claramente que lo que Dios desea que abunde en la iglesia, es su Palabra, la enseñanza y la exhortación. Ésta debería ser la actividad principal a la que se dedique la mayor parte del tiempo, y el complemento sería el cántico, el cual naturalmente debería ser himnos espirituales. 


Cuando el Señor se reunió con los suyos para instituir la Cena para la iglesia, claramente se ve que lo que abundó fue Su Palabra, solamente al final, dice Mr.14:26 cantaron un himno: "cuando hubieron cantado el himno, salieron". 


Lo mismo apreciamos cuando en Hch.20 se describe una reunión de una iglesia Neo testamentaria, dice en el verso 11 que Pablo "habló largamente hasta el alba.




En cambio ¿qué es lo que vemos en las iglesias de hoy, que están muy ocupadas por atraer diezmadores? Reuniones donde se les dice lo que sea grato y entretenido para sus oídos; como las historias que apelen a los sentimientos y emociones, fábulas, testimonios, experiencias y sueños. 


Pero la Palabra del Señor es la gran ausente. Lo que abunda en la mayoría de esos lugares, es la música estridente con la cual amenizan los aplausos, gritos, saltos, danzas, que por cierto nada tienen de espirituales.




Los grandes responsables son sin lugar a dudas los líderes, que preferenciando lo que la gente desea escuchar, han sustituido la Palabra de Dios, por ese show barato y de mal gusto que ofrecen para atraer gente; porque a mayor cantidad de personas, mayor será también la ofrenda que recogerán.




Y para adormecer sus conciencias dicen, principalmente para justificar las entretenciones que ofrecen para los jóvenes: "es preferible que estén dentro de la iglesia, que en el mundo". Eso es una invención satánica, porque tiene mucho más posibilidad de convertirse alguien que sabe que está en el mundo, que uno que se cree "cristiano".




A esa gran mayoría que ha sido engañada por esta clase de líderes, les sucederá lo que dijo el Señor, cuando un ciego sigue a otro ciego, ambos caerán al hoyo. 


En el infierno abrirán sus ojos, cuando sea demasiado tarde, entenderán que estuvieron siguiendo al "Flautista de Hamenlin", el sonido de las guitarras eléctricas, las baterías y toda esa "tarrería" estridente que les están ofreciendo en las "iglesias" que se han transformado en verdaderas Discotecas y centros aeróbicos.

Algunos me preguntan ¿a Ud. no le gusta la música en la iglesia? Pienso que la pregunta debería ser ¿le gusta eso a Dios? Y el Señor ha sido muy claro: 


Que la Palabra de Cristo (no la del hombre) more en abundancia; y decentemente. Con mucha reverencia se canten algunos himnos espirituales, pero que siempre sea la Palabra de Dios la que predomine.