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miércoles, 13 de noviembre de 2013

A solas con Jesús.

 A solas al huerto yo voy,
Cuando duerme aún al floresta;
Y en quietud y paz con Jesús estoy,
Oyendo absorto allí su voz.

CORO¡Él conmigo está, puedo oír su voz!
Y que suyo, dice, seré;
Y el encanto que hallo en Él allí,
Con nadie tener podré.

Tan dulce es la voz del Señor,
Que las aves guardan silencio;
Y tan sólo se oye esa voz de amor,
Que inmensa paz al alma da.

Con Él encantado yo estoy,
Aunque en torno lleguen las sombras;
Mas me ordena a ir que a escuchar yo voy,
Su voz doquier la pena esté.